Manto bordado en seda. Diseño único que representa todo el proceso de la seda de manera gráfica a la vez que emotiva, con gusanos sobre hojas de morera, la elaboración de capullos y la conversión de la crisálida en mariposa. Centrando la pieza se encuentra bordado el escudo real.
En un intento de recuperar algunas artes tradicionales bajo el reinado de Alfonso XIII, se confecciona esta singular pieza de bordado para la Santísima Virgen. En concreto el cultivo y elaboración de tejidos de seda, antaño tan significativos en el Sureste peninsular y que sin duda retrotraen a los orígenes labriegos de la Hermandad de las Angustias.
Fue un gesto personal del Comisario Regio del Arte de la Seda, D. Federico Bernades y Alavedra, empresario catalán del ramo de la industria textil, que ofreció las primeras madejas de seda cosechada y elaborada para sendos mantos a las Patronas de Murcia, Almería y Granada, donde hubo escuelas experimentales de sericultura.
Este manto fue confeccionado en su fábrica de Barcelona, y representa todo el proceso de la seda: los gusanos sobre hojas de morera, la elaboración de los capullos y la conversión de la crisálida en mariposa, de manera gráfica a la vez que emotiva, centrando la pieza el escudo real.
Fue estrenado durante una parada militar en el Paseo del Salón el día 9 de junio de 1929. Se trató de un regalo personal, y el Ayuntamiento de Granada, en agradecimiento, nombró a D. Federico hijo adoptivo de la ciudad, con un pergamino que se le hizo llegar a través del Ayuntamiento de Barcelona.