Donación ideada por el coronel Izquierdo, antiguo director de la Academia de alféreces. Confeccionado por las monjas dominicas y estrenado el 22 de septiembre de 1940.
Bordado en oro sobre terciopelo negro, con una gran greca o cenefa geométrica donde resaltan escudos bordados en sedas y motivos vegetales. En esta pieza también se encuentran estrellas bordadas en oro, con un fuerte valor simbólico, puesto que cada una de las 537 estrellas de seis puntas se sitúan sobre pequeñas cartelas con el nombre y apellido de los alféreces fallecidos en la Guerra Civil.
Este es el manto más moderno de la Santísima Virgen y el que siempre se le viste el mes de septiembre.