El antecamarín, concebido como la entrada principal del sagrado lugar que alberga a la Virgen de las Angustias, presenta diversas obras de arte y símbolos religiosos. En la zona abovedada sobre la puerta principal se encuentra la Anunciación del arcángel Gabriel a María. A los lados de la puerta, se destacan un retrato del mecenas D. Juan Lizana y la imagen de San Antonio de Padua. También está presente San Juan Nepomuceno, acompañado de un ángel que alude al secreto de confesión. Las paredes continúan con murales sobre la Adoración de los Magos, la Circuncisión, la Presentación del Niño Jesús, el Sueño de San José y la pintura de Jesús perdido y hallado en el templo. Estos elementos culminan en una pintura que representa a Jesús hablando a su madre, inscrita en latín y pintada al revés, en referencia al segundo capítulo del evangelio de San Juan.
El antecamarín es la entrada habitual con la que fue concebida este sagrado lugar. Si nos situamos justo en el centro de la habitación y dirigimos nuestra vista a la puerta principal de acceso, exactamente en la pequeña zona abovedada que se sitúa encima de dicha puerta, veremos la Anunciación del arcángel Gabriel a Maria. A nuestra izquierda, derecha de la puerta principal contemplamos un retrato del verdadero artífice, mecenas y comisario de todo este conjunto que cobija a la Virgen de las Angustias, D. Juan Lizana y debajo de él un curioso poema que forma un acróstico, esto es que la unión de la primera letra con la que comienza cada frase forma una palabra concreta, en este caso el apellido de nuestro ilustre personaje. A continuación y antes de seguir con el programa iconográfico del Camarín vemos la imagen de San Antonio de Padua, por ser gran devoción de Lizana. Enfrente, o sea a nuestra derecha, izquierda de la puerta, nos encontramos con San Juan Nepomuceno, con algunos de sus atributos habituales como la palma del martirio en la mano derecha o la capelina de armiño por haber sido confesor de reyes y como curiosidad probablemente aludiendo al secreto de confesión observamos junto al santo la figura de un ángel que con su mano señala su boca cerrada. La presencia de este santo se debe al nombre del mecenas, por tanto todo este pequeño espacio que rodea los primeros escalones de acceso oficial al Camarín vemos que está dedicado este clérigo.
Continua la serie de pinturas murales con la Adoración de los Magos y la Circuncisión. Vamos a darnos la vuelta y veamos el gran mural que preside la sala, se trata de la Presentación del Niño Jesus en el templo con el anciano Simeón y su profecía sobre que una espada de dolor traspasaría el corazón de la Virgen Maria ( recordar en este momento la imagen de la Virgen dolorosa con una espada clavada que hemos visto en el poscamarín) . Después de esta escena, nos topamos en la esquina con el Sueño de San Jose, a continuación no se pierdan la impresionante mesa de taracea granadina con el imponente crucificado de marfil y cruz de carey que la preside.
La pintura de Jesus perdido y hallado en el templo es la siguiente esquina y nos da paso al ultimo de los mensajes pictóricos, siendo bastante curiosa. En el segundo capítulo del evangelio de San Juan tras la narración de la expulsión de los mercaderes del templo, Jesus les dice a los judíos allí congregados : “ destruyan este templo y en tres días lo reconstruiré “ , el Señor se refería “ al templo de su cuerpo “, pero en esta interesante pintura mural con la que concluimos nuestra visita Jesus le esta diciendo estas palabras a su madre, por cierto escritas en latín y pintadas del revés, detalles ambos que dificultan bastante su fácil comprensión.